La alcachofa es un estimulante hepático, muy apreciado por la farmacopea para la elaboración de medicinas. Tiene propiedades digestivas y diuréticas.
500 gr. de alcachofas
100 gr. de poros
1 limón
1 cda. de mantequilla
1 cdta. de sal
¼ cdta. de pimienta blanca
100 gr. de poros
1 limón
1 cda. de mantequilla
1 cdta. de sal
¼ cdta. de pimienta blanca
1 Toma las alcachofas, quítales el tallo y las hojas externas, córtale las puntas y ponlos a hervir en una olla con sal y el jugo de 1 limón por espacio de 25 min. Retira y pártelos al medio.
2 Con un cuchillo límpiales la pelusa que se forma en su interior. Guarda el agua de la cocción.
3 Prepara una sartén a fuego bajo con la mantequilla y rehoga el poro cortado en rebanadas. Retíralos y ponlos sobre un papel absorbente.
4 Lleva las alcachofas y los poros a una licuadora y haz una pasta. Pon la pasta en una olla a fuego bajo y agrégale el agua de la cocción de a poco, hasta lograr una preparación cremosa. Condimenta con sal y pimienta.
Consejo
Puedes acompañar la sopa con croutones de pan o tiras de tortilla frita.
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